domingo, 25 de mayo de 2014

Cocinera, casi emprendedora...









Si tuviera que definir como aprendí a cocinar creo que me reconozco autodidacta y que no se interprete que me siento prodigio, porque más bien es todo lo contrario. 
Desde niña me encantaba  estar en la cocina y hasta el día de hoy siento que es el mejor lugar de una casa. Me encanta la mística que ahí se genera. 
Reconozco también que mis padres hicieron lo suyo. Laaargas horas observando a mi mamá cocinar sumado a que mi papá sin importarle que tan fea me salía la comida, siempre me alentaba a que siguiera intentándolo.


En la cocina de mi mamá, lugar del que tengo los mejores recuerdos!


Pero la verdad de la milanesa es que he  aprendido a cocinar a los tropezones, sin ningún tipo de técnica en particular, ya que mi técnica además de estar repleta de errores, siempre ha sido improvisar. Y creo que está es una de las razones por las que tanto me gusta la cocina. El descubrir que cuando la técnica falla- al igual que en la vida misma- a veces con una vuelta de timón, podés lograr torcer el destino haciendo que esa preparación que dabas por perdida, llegé como sea a tener un final feliz.

Van a ser 20 años ya que cocino -además de haber cocinado siempre para mis hijos- y hoy siento que este oficio además de ser mi medio de vida, es mi cable a tierra. Es que la cocina me entretiene, me acompaña, pero por sobre todas las cosas, me regala a diario esos "pequeños grandes momentos" que yo tanto disfruto  y  que de verdad ensanchan mi alma...

Mi cocina, mi lugar en el mundo...junto a mi querida amiga Fabita


Pero además de cocinera también me siento "casi" emprendedora y este es el tema del que hoy quiero escribir, haciendo la salvedad de que éstas reflexiones no tienen ningún tipo de fundamento académico y que solo son fruto de la inspiración Echeverría.  

No se si emprendedor se hace o se nace. Según mi mamá raya con la obsesión y seguramente tenga mucho de eso, pero yo siento que ser emprendedor, es un estilo de vida.
Significa ser tu propio jefe, no tener horarios, no tener vacaciones, tener que estar absolutamente en todo. Hacer las compras, tomar pedidos, atender proveedores, presupuestos, redes sociales, hasta tener que limpiar tu lugar de trabajo después de una larga y agotadora  jornada. Resumiendo, es transformarse en una especie de mujer orquesta.
Otra condición que veo necesaria es tener el objetivo bien claro. Es que como éste no es un camino color de rosas precisamente, es fundamental la actitud que uno elije ponerle a todo esto. Que cuando las cosas no resulten como lo habías planeado, podés hacer lo que quieras, menos darte por vencido. Si a todo esto además le sumás  muchísimas horas de trabajo y altas dosis de pasión y empeño, puede que te lleve un tiempo considerable, pero estoy casi segura de que tendrás el éxito asegurado. 
Y cuando hablo de éxito, -y obvio que soy consciente de que uno trabaja para ganar dinero y de que es genial que así sea-  no me estoy refiriendo al  que se mide por el rédito ecómico, sino que voy un poco bastante más allá.

Como lo más importante, destaco  todo lo positivo que se aprende.
Se aprende a que a veces las cosas no salen como uno las planea... A que no se pueden bajar los brazos... A que la paciencia es un árbol de raíces amargas y frutos dulces...A que equivorcarse no es tan malo... A valorar las personas que te ayudan desinteresamente... A decidir por uno mismo...A sentirte orgullosa de tu trabajo, por más pequeño que sea...A poner el corazón en todo lo que hagas...A tener siempre una sonrisa... y lo más importante al menos para mí, que trabajo es sinónimo de dignidad.

Ser emprendedor es un camino de mucho esfuerzo, pero también puede convertirse en una buena opción, cuando el dinero en casa a veces  no alcanza. Si hay algo que te gusta hacer, o que sabes hacerlo muy bien y pensás que podrías ser emprendedor o emprendedora, ojalá que te anímes a intentarlo, teniendo la certeza de que nada se pierde y lo que se puede ganar es mucho.

Manos a la obra y a trabajar se ha dicho!!

2 comentarios:

Natalia Pitrau dijo...

Como casi emprendedora? ??!!, super requete emprendedora!!!!

Unknown dijo...

Según la Real Academia Española, la palabra "emprender" significa: "Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro.", entre otros significados empleados según la situación.
Esta gran amiga, quien me ha hecho y regalado el honor de ponerme en una foto ilustrando su cocina como su lugar en el mundo y su fuente de inspiración, bien conoce de "emprender" , de "acometer", de "seguir y continuar" . Ella es netamente emprendedora!!! Ni dificultades ni peligros la detienen a la hora de hacer lo que sabe con pasión infinita! Ella sujeta su Rosario, enciende la batidora, prepara el mate, y emprende la generosa tarea de cocinar con amor para que otros celebren y disfruten...
Si los grandes emprendimientos se miden por el éxito o por la remuneración que de ellos se obtenga, no creo que a Checha le importe demasiado.
Lo que si creo que es los grandes emprendedores aman lo que hacen, aman el lugar en que lo hacen , y saben que en el camino hau Alguien que sostiene su tarea, y entonces no se achican con nada... Arremeten la vida y generosamente regalan lo que saben hacer... Con amor infinito!