miércoles, 20 de agosto de 2014

HISTORIAS DE VIDA Y DE VINOS....


Ni siquiera necesito saber bien la hora.  Con que haya oscurecido es más que suficiente. Es que eso es lo único que no se negocia, sí o sí, tiene que estar oscuro. A veces suelo llamar a mamá que con su voz serena responde: si "mija" ya se puede, yo recién me lo serví...Otras veces un mensaje de Tina preguntando: Ceci ya se puede?? o la llamada de una de mis primas Echeverría, donde de fondo se escucha el sonar de los hielos... para mi por lejos, uno de mis momentos preferidos  del día. 
Reconozco que al vino se lo asocia con los buenos momentos, como que abrir una botella de vino une, reúne, comparte.... Sin embargo para mi, ese único vaso de vino, que en una especie de ritual tomo todos los días preferentemente en soledad,  es sinónimo  de tarea realizada, de mente en blanco,  de descanso, de tranquilidad, de alivio...


Mi vaso de vino 






La copa de vino de mi prima


La copa de vino de Tina. Su preferido , el rosado.


Hay muchas historias dentro de la historia del vino. Haciendo una breve reseña y por lo poco que he leído pareciera  que la referencia mas antigua se encuentra en la biblia, más precisamente en el antiguo testamento. Ahí ya se cuenta  que Noé habría plantado una viña, tomado  vino y que terminó embriagado... En Grecia y en Roma también fueron muy venerados los dioses del vino y ya en aquellos tiempos los romanos demostraban su preocupación por la calidad del mismo y por definir sus mejores viñedos. Como que en todas las civilizaciones ha estado presente, pasando de esta manera a formar parte de sus culturas. 
Para el hombre medieval el vino era un producto de consumo habitual y hasta necesario, ya fuere como aporte calórico,  o para que su grado alcohólico ayudara a conservar y/o a eliminar algunas bacterias. Se cree que el vino haya sido la primer bebida alcóholica que conociera la humanidad y que su  descubrimiento se deba a una casualidad, cuando alguien por un olvido, dejo unas uvas en un recipiente, las que al fermentar dieron como resultado dicha preparación.  Y si bien hay muchisimas  historias documentadas  dentro de la historia del vino, de la única que me animo a escribir es  de la mía propia, y no porque sea la mejor, sino porque es la única que conozco.Para mi hablar de vino es hablar de mi papá  y  de  mis queridos  tíos Echeverría. Desde que tengo uso de razón, los recuerdo tomando vino con soda o "sodeado" como familiarmente  se lo suele llamar. Mi papá siempre insistía en que la botella de vino debía permanecer tapada para que no se escapara el espíritu y mi tío Beto hasta el día de hoy y con precisión de cirujano, sigue tallando corchos, para que sea más fácil calzarlos en la botella... También quiero dejar en claro mi total desacuerdo respecto a las tapitas a rosca que traen ahora los vinos. Para mí una botella de vino sin su corcho correspondiente, es como la vida sin música... como la tierra sin plantas...como el hombre sin Dios...sencillamente no lo acepto.
Corcho tallado a mano  , regalo de mi tío. 


También me ha llamado la atención que el orígen del brindis fuera la desconfianza. Cuenta la leyenda que en épocas remotas era corriente el uso del veneno para deshacerse de los enemigos o contrincantes y como no era fácil saber quien podría traicionarte, al chocar las copas, el líquido de una y otra se mezclaban, haciendo que el envenenador terminase envenenado. 

Para ir  cerrando temas y aunque sea una obviedad, quiero hacer la salvedad de que no estoy haciendo apología del consumo de alcohol. Por favor! Cuidado con los excesos! Es que en la mayoría de las veces se termina pagando un precio demasiado caro por ellos.

Hechas las aclaraciones pertinentes, acá van algunas citas y frases, que aunque a primera impresión suenen a filosofía barata, a no subestimarlas, que siempre algo pueden aportan para reflexionar sobre las cosas sencillas de la vida. 
Estás son las que más me gustaron, pero desde ya que se aceptan sugerencias!

Da vino al que tiene amargo el corazón.
No hay tales amigos como mi pan y mi vino.
Vinos y amores, de viejos los mejores.
Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar y viejos autores para leer.
Toma consejo en el vino, pero decide después con agua.
A donde entra mucho vino todos los vicios abren camino.
Noches alegres, mañanas tristes.




1 comentario:

Unknown dijo...

Que linda publicación! A esa tal Tina yo la conozco, y comparto su gusto por el rosado!