Personalmente creo que el festejo por excelencia, el que no se puede dejar pasar por alto, el que bien merecido tiene su torta con velitas, es el aniversario del nacimiento. En general, poco recordamos que la vida es un regalo que Dios muy generosamente nos ha hecho, creemos que está vida será eterna, que vivir es gratis y como que no se valora el milagro que es un año más de vida vivida.
Ahora bien, ¿de dónde sale está costumbre de festejar con una torta? Por lo poco que he leído, pareciera que es más antigua de lo que podría pensarse.
En la antigua Grecia, ya solían preparar un pastel relleno de semillas en honor a los futuros esposos, como un deseo de prosperidad y fertilidad para la pareja. Cuenta la historia que esta tradición fue tomada de los egipcios, quienes ya celebraban el cumpleaños de los hombres.
Luego, en la antigua Roma, era tradición en las bodas romper un pan sobre la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad, representada en el trigo. Las migas que se desprendían de este pan eran tomadas de inmediato por los invitados como augurio de buena suerte y luego se las comían. Esta costumbre fue evolucionando. Cuentan que en Inglaterra, en el siglo XVll, los invitados al festejo, debían llevar pequeñas tortas como obsequio para los novios, las que eran apiladas formando una pirámide. El rito indicaba que los recien casados, debían besarse sobre esta torre de tortas y finalmente repartir las porciones. Y aunque en esa época no se usaba el trencito carioca, parece que igual se re divertían, ya que por la inestabilidad de la torre y por algún oculto empujoncito externo, la torre siempre se terminaba cayendo... Por lo que después se optó, para solucionar esto, en hacer una única torta de gran tamaño. Esta costumbre fue evolucionando y, gracias a un creativo pastelero francés durante el reinado de Carlos ll, apareció la famosa torta de bodas de varios pisos, similar a la que hasta no hace mucho tiempo solíamos ver en los casamientos.
hoy en día las costumbres han cambiado, y la torta de bodas ha perdido el protagonismo. Ya casi no se ven novios cortando la dichosa torta, ni tampoco brindando junto a ella para la clásica foto...
Hoy la tendencia marca que la torta de bodas debe ser pequeña y lo más sencilla posible, y se la sirve junto a la mesa de postres, que en la actualidad, ha sabido ganarse el corazón de los más dulceros, llevándose todos los aplausos.
En cuanto al origen de la torta de cumpleaños, la historia fue bien distinta. Es que con la consolidación del cristianismo, cesó casi por completo la tradición de celebrar los cumpleaños, ya que la costumbre popular cristiana era celebrar y festejar los días de la muerte de los santos (dies natalis, es decir, el verdadero nacimiento a la Vida eterna) y no su nacimiento, o en todo caso más bien el día de su santo.
Sin embargo, con el paso del tiempo y la decisión de la Iglesia de marcar la fecha del nacimiento de Cristo, la cual posteriormente se consideró el inicio de la Navidad, la sociedad recuperó la celebración de los cumpleaños y su tradición especial.
También es muy interesante el porqué de las velas encendidas en la torta. Ya en la época de los griegos, se usaban para celebrar el día del cumpleaños de Artemisa, diosa de la luna. Cuenta la leyenda que al apagarlas, se debía pedir un deseo para que el humo lo transportara hacia ella y lo hiciera realidad.
La creencia popular dice que las velas de cumpleaños están dotadas de una magia especial para conceder los tres famosos deseos, y que es una manera de homenajear a la persona que celebra su cumpleaños.
Aunque estas sean algunas de las explicaciones más difundidas, existen otras más. Sea como sea, actualmente, el soplar las velas de la torta de cumpleaños es una tradición practicada en gran parte del mundo, además de otros pequeños gestos, como que te canten el cumpleaños feliz, que instantes antes de que soples las velas, alguien te recuerde que debes pedir un deseo o que después de ello te aplaudan. Y aunque seas un poco escéptico, te aconsejo que estés atento, puesto que el día menos esperado, puede que tu deseo se haga realidad…
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