Porque me encanta la comida de antes, esa que preparaban nuestras madres y abuelas, sigo compartiendo con ustedes los verdaderos clásicos de la cocina de mi mamá.
Hoy es el turno de la pascualina. Esta tarta es de origén genovés y su existencia está documentada en el siglo XVI. Se consumía preferentemente en la época de Pascua, de ahí su nombre.
Para nosotros los cristianos, la Cuaresma simboliza los 40 días (también de ahí el nombre)que Jesús permaneció en el desierto, en oración y ayuno, previos a su Pasión, Muerte y Resurrección.
Es por excelencia un tiempo de conversión, penitencia y mucha oración, además de la práctica del ayuno y la abstinencia de consumir carne. En la actualidad ese ayuno va un poco -bastante, mucho- más allá de la comida. Sería como tratar de "ayunar" del egoísmo, la pereza, de las faltas de caridad, la insensibilidad, la vida fácil, la comodidad, la falta de compromiso... En resumen: "ayunar" de todas las cosas que nos "alejan de Dios".
Son días de ayuno y abstinencia de carne el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Pero también los viernes de cuaresma los cristianos nos abstenemos voluntariamente de comer carne y como mañana es viernes, decidí hacer mi aporte para colaborar y compartir con ustedes esta receta que mamá heredó de mi abuela Sofía Echeverría, quien fuera otra gran cocinera de ley.
Dicho todo esto, paso a la receta haciendo la salvedad de que está preparación lleva su tiempo, por lo que si no tenés muchas ganas de cocinar, mejor será que la dejes para otro momento. Yo lo que suelo hacer para alivianar el trabajo, es lavar y hervir las verduras el día anterior a cocinarla.
2 atados grandes de acelga
2 atados de espinaca
1 morrón chico colorado
1/2 kilo de zanahorias hervidas
70grs de manteca
2 cebollas grandes
media taza de aceite de girasol
2 huevos crudos para el ligue
200grs de queso rallado
5 huevos para que queden enteros
1 tapa de pascualina la salteña hojaldrada
sal, pimienta, nuez moscada
Lo primero es preparar las verduras. Hay que cortarles el tronco a las acelgas, lavarlas y cocinarlas por 10 minutos aprox. en un sartén profundo sin agua hasta que se ablanden. Con las espinacas también lo mismo. Lavarlas y cocinarlas en un sartén. Una vez que estén frías escurrí muy bien las verduras y picalas lo más pequeño posible. Yo para esto uso la procesadora, pero mamá dice que no es lo mismo, porque queda demasiado triturado el relleno. Aparte hervir las zanahorias con sal y hacer un puré y lo último sería picar las dos cebollas y el morrón.
En un sartén grande poner la manteca y freir las cebollas, agregarle sal para que suden, así dicen los cheffs. Luego agregar el morrón picado. Una vez que se haya cocinado, retirar el sartén del fuego y agregar la acelga, la espinaca y el puré de zanahorias. Mezclar. Acto seguido agregar los dos huevos, el aceite, el queso rallado y condimentar con sal, pimienta y nuez moscada.
Forrar la tartera con la masa, previamente aceitada y desparramar bien la mezcla. Con el fondo de una cuchara sopera hacer cinco pozos para poner los huevos crudos. Cubrir con la otra tapa, hacerle el repulgue, untarla con aceite para que se dore y cocinarla en horno precalentado por 45 minutos aprox. Los primeros cinco minutos de cocción, son en la base del horno, para que la masa haga piso. Después si, la colocas en la parrilla del medio, donde habitualmente cocinás las tartas.
Forrar la tartera con la masa, previamente aceitada y desparramar bien la mezcla. Con el fondo de una cuchara sopera hacer cinco pozos para poner los huevos crudos. Cubrir con la otra tapa, hacerle el repulgue, untarla con aceite para que se dore y cocinarla en horno precalentado por 45 minutos aprox. Los primeros cinco minutos de cocción, son en la base del horno, para que la masa haga piso. Después si, la colocas en la parrilla del medio, donde habitualmente cocinás las tartas.
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