Aunque
reconozco mi debilidad por las tortas de cumpleaños con velitas ―canción que los cumplas feliz incluida
y pedido de los tres deseos― me encanta ver también el protagonismo
que consiguen las mesas dulces en las fiestas. No importa que sea
una reunión familiar o de amigos, pequeña o
megaevento, cumpleaños, aniversario, casamiento... Como que cuando ella
aparece, todo lo demás pasa a segundo plano, convirtiéndose así en
el centro de atención del festejo y en el punto de encuentro y,
porque no también, de perdición de casi todos los invitados.
Así
que si te estás por casar o estás organizando un cumpleaños o algún otro
evento, acá te dejo algunas ideas que quizás puedan ayudarte
a armar tu mesa dulce con muchas cosas ricas y bien decorada.
Lo
primero a tener en cuenta es la cantidad de invitados
para poder calcular cuántos postres vas a necesitar. Yo en
general la cuenta que hago es 1 torta, tarta o postre cada 12 personas.
Si vas a poner también masas o cupcakes, tenés que calcular 100grs.
por comensal. Pasando las 200 personas, yo recomiendo repetir
las tortas que más salida tienen, para que nadie se quede con las
ganas.
En
cuanto a qué elegir, hay que tratar de abrir el abanico, porque la idea
es que sea lo más variado posible: dulce, ácido, chocolate,
frutas...Aunque a veces se quiera ir a lo seguro, tiene que haber de
todo.
Otro
tema a tener en cuenta es la torta principal. Si bien hoy la
tendencia marca que sea pequeña y lo más simple posible, a mí personalmente
―y aunque pareciera que ya no se usa― me encanta ver a los
novios cortando la torta de bodas y posando para la clásica foto de
casamiento.
Para
la organización de la mesa, una vez elegido el mantel,
lo ideal es poner la torta principal en el centro y detrás de ella algo
que le dé altura. Las pilas de platos, algún florero o candelabros,
son útiles para dar este efecto. En los laterales de ésta, ubicas los
postres restantes siguiendo la misma consigna: detrás los que tienen altura y adelante
los postres más bajos.
Si
la mesa es muy grande, lo ideal es que compactes todo en el centro,
visualmente siempre será mejor, no te preocupes que queden los
bordes vacíos y no te olvides de que la mesa tenga buen acceso para
que los invitados puedan acercarse y servirse con comodidad.
Cecilia María Echeverría
Vasca de origen, cocinera de
vocación
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